El 31 de diciembre de 2008, el más punzante y polémico de los columnistas de El Mercurio, Hermógenes Pérez de Arce, renunció a sus más de 27 años de escritura semanal en las páginas del decano.
Tal como él mismo lo reconoce en la reciente edición de Qué Pasa, en El Mercurio "tuvo un funeral de Estado". Su renuncia llenó algunas páginas del Reportajes del 4 de enero y los editorialistas le enviaron varios correos electrónicos lamentando su decisión. Además, Agustín Edwards le pidió que no renunciara y hasta hubo un intento de organizarle una comida que él mismo se encargó de hacer fracasar.
Sin embargo, me llama la atención que donde más loas se le han hecho a Hermógenes sea en Copesa, la empresa periodística que está empeñada en desbancar a El Mercurio de su sitial, y en la casa donde trabajó por casi 50 años.
Primero, fue una sentida y notable columna en el cuerpo de Reportajes firmada por Héctor Soto, una de las plumas más certeras La Tercera. Si mal no recuerdo, en ese mismo número, el sociólogo Fernando Villegas también hizo su aporte. Hace dos semanas fue el turno del periodista Juan Cristóbal Villalobos, quien, en el mismo cuerpo dominical del diario, entrevistó a Pérez de Arce para que narrará cuánto de su alegría ya le llegó. Por último, la pauta "copesina" tuvo un nuevo capítulo este viernes 13 de marzo, cuando la revista "Qué Pasa" no sólo lo entrevistó, sino que le dedicó la foto principal de su portada.
Alguien podría alegar un interés periodístico de La Tercera y Qué Pasa, y está bien. Pero las siguientes cosas han hecho que se me genere cierta suspicacia en todo esto.
1.- El Mercurio no se ha vuelto a referir a quien fuera su columnista estrella, ni si siquiera en las cartas al director.
Tal como él mismo lo reconoce en la reciente edición de Qué Pasa, en El Mercurio "tuvo un funeral de Estado". Su renuncia llenó algunas páginas del Reportajes del 4 de enero y los editorialistas le enviaron varios correos electrónicos lamentando su decisión. Además, Agustín Edwards le pidió que no renunciara y hasta hubo un intento de organizarle una comida que él mismo se encargó de hacer fracasar.
Sin embargo, me llama la atención que donde más loas se le han hecho a Hermógenes sea en Copesa, la empresa periodística que está empeñada en desbancar a El Mercurio de su sitial, y en la casa donde trabajó por casi 50 años.
Primero, fue una sentida y notable columna en el cuerpo de Reportajes firmada por Héctor Soto, una de las plumas más certeras La Tercera. Si mal no recuerdo, en ese mismo número, el sociólogo Fernando Villegas también hizo su aporte. Hace dos semanas fue el turno del periodista Juan Cristóbal Villalobos, quien, en el mismo cuerpo dominical del diario, entrevistó a Pérez de Arce para que narrará cuánto de su alegría ya le llegó. Por último, la pauta "copesina" tuvo un nuevo capítulo este viernes 13 de marzo, cuando la revista "Qué Pasa" no sólo lo entrevistó, sino que le dedicó la foto principal de su portada.
Alguien podría alegar un interés periodístico de La Tercera y Qué Pasa, y está bien. Pero las siguientes cosas han hecho que se me genere cierta suspicacia en todo esto.
1.- El Mercurio no se ha vuelto a referir a quien fuera su columnista estrella, ni si siquiera en las cartas al director.
2.- El mismo día en Qué Pasa le dio la portada, un llamado en A-1 del decano anunciaba la incorporación de Roberto Ampuero como nuevo columnista del diario. El dato podría ser uno más, salvo porque Ampuero escribía en La Tercera hasta la semana anterior. Y también porque si entre estos dos diarios es poco frecuente levantarse reporteros, menos aún lo es en el caso de los columnistas.
3.- El propio Hermógenes reveló que le anunció de su renuncia a Cristián Zegers vía e-mail y sólo con 30 días de anticipación. En un ambiente donde los gestos y las palabras tienen un significado especial, el hecho que Hermógenes haya remarcado que lo hizo así por cumplir con su contrato, deja en evidencia que algo no visto existe detrás.
El debate queda abierto para quienes sepan más datos y los quieran aportar.